"China necesita su potencial militar para equilibrar la balanza", insiste Yan Xuetong, decano del Departamento de Relaciones Internacionales Modernas de la Universidad Tsinghua y uno de los politólogos más destacados de China. Según él, el rápido desarrollo de China provoca angustia en el mundo, en primer lugar a EE.UU., lo que hace que Pekín se enfrente a más problemas de seguridad.
China necesita su potencial militar para equilibrar la balanza
La única solución es invertir en defensa y establecer un nuevo tipo de relaciones con Washington, concentrándose en mantener una competencia "sana" con los norteamericanos, insistió Xuetong durante una conferencia en la sede de la Asociación de Periodistas de China. Por lo visto, Pekín ya está llevando esta estrategia a la práctica. Entre los años 2008 y 2012 el volumen de sus ventas de armamento al extranjero (que incluyeron vehículos aéreos, misiles, buques y artillería) aumentó en un 162%, lo que convirtió a China en el quinto exportador de armas a nivel internacional.
El Gobierno de Turquía, país miembro de la OTAN, anunció a finales de septiembre que había escogido un sistema chino, el HQ-9, para satisfacer las necesidades del programa nacional de defensa antiaérea T- LORAMIDS. Y se inclinó por ese sistema a pesar de que será difícil integrar el HQ- 9 al existente equipamiento de la OTAN del que ya dispone Ankara.
El monte de la transacción, que todavía está por firmarse, ronda los 4.000 millones de dólares. El complejo terrestre móvil, obra de CPMIEC (China Precision Machinery Import-Export Corporation), ganó la licitación, compitiendo con el sistema estadounidense Patriot, los S-300 rusos y el SAMP/T europeo. La Administración de Barack Obama no tardó en expresar a Ankara su preocupación al respecto.
Otra empresa china, China Shipbuilding Industry Corporation (CSIC), compite actualmente con España y el Reino Unido por la construcción de un buque de proyección para el Comando de las Fuerzas Navales de Turquía. Se espera que la decisión se pronuncie a finales de 2013. Además este año China ha empezado la producción en masa de helicópteros utilitarios livianos Z-11 para Argentina, de acuerdo con un contrato firmado en 2011.
Los avances de Pekín en el mercado internacional de armas se deben a su política de incrementar la calidad reduciendo los precios, explica Xu Guangyu, director de la Asociación China de Control de Armas y de Desarme. Según él, otro factor importante que influye es "la política de no interferencia". "Cualquiera que sea el Gobierno, cualquiera que sea su estatus diplomático hacia nosotros, podemos negociar con él la venta de armas", sin que se le imponga "ninguna condición" sobre sus políticas internas, detalló.