En los informes, las organizaciones Amnistía Internacional y Human Rights Watch documentan las muertes de civiles tras los ataques con 'drones' en Pakistán y Yemen.
Los activistas estudiaron las consecuencias de los ataques entrevistando a los supervivientes. "Hay peligros para EE.UU. en la región", señala Naureen Shah, de Amnistía Internacional. "Pero es muy difícil imaginar que el peligro lo representan una anciana de 68 años o un niño de 14. Algo no ha salido como estaba previsto, y el Gobierno de EE.UU. tiene que confesarlo".
"La imagen entera solo aparecerá cuando las autoridades estadounidenses desclasifiquen los hechos, las circunstancias y la base legal para cada ataque con 'drones'", señala Amnistía.
Estos informes, que documentan las muertes de decenas de personas, llegan poco después de otro informe realizado por el relator especial de la ONU para los DD.HH. y la lucha contra el terrorismo, Ben Emmerson, en el cual se declara que los 'drones' han matado a muchos más civiles de los que EE.UU. reconoce. Emmerson detalla que de las 2.200 muertes totales infligidas por ataques de aviones no tripulados, al menos 400 fueron muertes civiles.