Alcee Hastings, un integrante del Congreso de Estados Unidos instó a la Casa Blanca a incluir a la agrupación extremista del checheno Doku Umárov en su lista oficial de organizaciones terroristas. Umarov se atribuyó los recientes atentados terroristas en el metro de Moscú y en Daguestán.
La resolución, elaborada por una comisión del Congreso estadounidense, llama al grupo de Umárov “emirato caucásico” y subraya su intención de crear un estado islámico al estilo de los talibanes en el territorio de Rusia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Según sus datos, desde 2007 los extremistas bajo su liderazgo han perpetrado más de 900 atentados en el territorio ruso.
Según explica el analista político de la agencia RIA Novosti, Dmitri Babich, muchos oficiales estadounidenses se negaron a considerar a Umarov como un terrorista, porque lo percibieron como “un luchador contra el imperialismo ruso”.
“Me alegró mucho oír la reciente propuesta del Congreso estadounidense. Ya era hora. Si echamos un vistazo a lo que ocurre en el Cáucaso Norte, la actividad de los grupos terroristas que operan ahí está dirigida no sólo contra los rusos, sino también contra Occidente. Me entrevisto con Dudayev y Basaev. Según ellos, Rusia formaba parte de la civilización occidental a la que había que atacar. El problema existe desde hace 16 años, ya es hora de despertar”, dice Babich.
El analista cree que los terroristas del Cáucaso del Norte y Al-Qaeda comparten la misma ideología y que les financia una misma fuente.