Aunque el Senado de Uruguay tiene la última palabra para poner en marcha la ley que legaliza la marihuana, el Gobierno ya trabaja en la implementación de la iniciativa. Según un portavoz de la presidencia de Uruguay, Diego Cánepa, también se utilizarán semillas propias para producir la planta.
"Luego aparecerán los primeros productos del mercado regulado, con la trazabilidad correspondiente que permita un control mayor del mercado interno. Una vez que el mercado de ilegal pasa a estar regulado, siempre se da una caída de precios".
Aseguró que habrá una "baja generalizada de los valores del cannabis en el país, y eso es lo que se espera". Diego Cánepa insistió en que en las políticas del Gobierno sobre la marihuana, el tabaco y el alcohol, lo importante es la "regulación" porque con ella se busca "atacar las adicciones, visibilizar la problemática y orientarla hacia un tratamiento diferente".
La medida fue propulsada por el presidente del país, José Mujica, para "combatir el crimen organizado" y "arrebatarle al narcotráfico su mercado". Según el proyecto de ley, cada consumidor deberá registrarse en un banco de datos que no se hará público y podrá comprar hasta 40 gramos al mes.