Sin embargo, según las fuentes del diario español 'El País', tanto la inteligencia como las autoridades españolas están seguras de que los servicios de inteligencia de EE.UU. no espiaron a los políticos nacionales, como sucedió con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el exmandatario de México Felipe Calderón, y la canciller alemana, Angela Merkel, entre otros.
Las fuentes aseguran que la NSA actuó en el territorio de España de la misma manera que en Francia y que las conversaciones se grababan cuando se pronunciaba una palabra clave o cuando una línea de teléfono ya había sido investigada.
Por su parte el ministro de Defensa, Pedro Morenés, declaró este miércoles que España pediría explicaciones a EE.UU. en caso de descubrir algún programa de espionaje a españoles, después de que el experiodista del diario británico 'The Guardian' Glenn Greenwald, quien publicó la información sobre la vigilancia de la NSA que le proporcionó el exempleado de la organización norteamericana Edward Snowden, asegurara que pronto publicará nuevos datos sobre la operación de la NSA en España.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró esta semana que España "no tiene constancia" de que se haya producido espionaje por parte de EE.UU. en las comunicaciones de sus ciudadanos.
Según el ministro, desde verano España está esperando una "respuesta" de la embajada de EE.UU. sobre este asunto, después de que este agosto el diario alemán 'Der Spiegel' informase de que la NSA puso España, junto con Alemania, Francia, Italia y Japón, en el tercer de los cinco niveles de los países espiados por EE.UU.
Cabe mencionar que en España el Centro Nacional de Inteligencia solo puede rastrear las llamadas telefónicas, mensajes o correos electronicos con la autorización del Tribunal Supremo.