La situación de emergencia fue declarada en todo el territorio de Luisiana y Alabama y en seis distritos costeros de Florida, estados cercanos al lugar de la catástrofe ecológica en el Golfo de México. La mancha de crudo que derrama la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, destruida el 20 de abril, alcanzó las costas de Luisiana y sigue avanzando a pesar de las medidas para contener su expansión.
El secretario del Interior estadounidense, Ken Salazar, dice que los responsables del vertido masivo de petróleo en el Golfo de México van a responder por el daño causado.
Funcionarios federales investigan las causas que llevaron a la explosión en la plataforma y su hundimiento. Mientras tanto, la administración de la Casa Blanca prohíbe la excavación de nuevos pozos en el Golfo hasta que no estén claras las causas del derrame.
Desde el 28 de abril se practica la quema controlada de segmentos de la capa de petróleo para que no se esparza. Por su parte, el secretario de Defensa de EE. UU., Robert Gates, ordenó enviar a la Guardia Nacional para combatir la marea negra.
El Gobernador de Alabama, Bob Raily, explicó la necesidad del estado de emergencia por la seria amenaza al medioambiente y la economía que representa el vertido. Su homólogo de Luisiana, Bobby Jindal, aseguró que funcionarios y socorristas hacen todo lo posible para reducir la contaminación y proteger la línea costera de la mancha de oro negro.
Las autoridades nacionales esperan que la compañía BP responda a varias preguntas. En particular les interesa el porqué no fueron activados los tapones del oleoducto que hubieran permitido evitar el derrame después del estallido.
Cuba y México todavía no han evaluado las consecuencias de la contaminación de sus aguas para la industria del turismo y la pesca.
Mientras que EE. UU. está movilizando sus recursos para detener la expansión de la mancha, otro incidente de escala menor ocurre cerca del lugar de la catástrofe principal. Una plataforma de perforación petrolera que estaba en su camino a un depósito de chatarra ha volcado y hundido por la noche de 30 de abril, a 130 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans. Eso ha ocurrido en el canal de navegación Charenton que vincula la embocadura del Río Misisipi con las aguas del Golfo de México.
La plataforma en desuso iba arrastrada por una chalana hacia el lugar de demolición. Sin embargo, llevaba a bordo hasta 75.700 litros de gasóleo y su derramamiento puede agravar la situación ecológica.