Después de acudir a la ayuda médica urgente, Luis Sequiera volvió a su trabajo y filmó el resto de las violentas cargas policiales contra los manifestantes. Posteriormente, cuando el periodista ya se encontraba en una estación de metro, se le acercaron los oficiales exigiendo que presentara el material grabado. Tras negarse a hacerlo, fue liberado.
Cortesía de Ruptly
El pasado jueves miles de estudiantes y profesores tomaron las calles españolas manifestándose contra la reforma del sector educativo.