"Si los ciudadanos europeos conocieran exactamente el caso, estarían aplaudiendo y descorchando botellas de champán. Es algo bueno. Garantiza la seguridad de los franceses. Garantiza la seguridad de EE.UU. Garantiza la seguridad de nuestros aliados europeos", insistió en una entrevista a CNN Michael Rogers, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara baja del Congreso
de EE.UU.
Mientras sigue creciendo el escándalo generado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) al espiar tanto a ciudadanos de a pie como a líderes de todo el mundo, el político republicano afirmó que la reacción de las autoridades de países aliados ha sido hipócrita.
También criticó a los medios por interpretar el espionaje de manera incorrecta. Según él, lo verdaderamente noticiable sería que la inteligencia de EE.UU no recabara información para proteger sus intereses tanto nacionales como fuera de sus fronteras.
El escándalo internacional empezó cuando el exagente de la CIA
Edward Snowden reveló que la NSA escuchó las llamadas de más de 35 líderes mundiales. Ante esa información, las autoridades europeas (en particular de Alemania, Francia y España) y de otros países expresaron inmediatamente su preocupación.