Por tierra o por mar Al final de la Segunda Guerra Mundial, todas las potencias que poseían armas químicas se desprendieron de ellas cargándolas en buques y arrojándolas al mar.
"Probablemente 300.000 toneladas o más fueron vertidas en todos los océanos del mundo, a excepción del Antártico", asegura Paul Walker, director de Seguridad y Sostenibilidad Medioambiental en la organización Cruz Verde Internacional.
Entonces, se creía que las profundidades del océano serían un lugar lo suficientemente seguro, pero no es así. Los contenedores pueden dejar escapar toxinas que representan un peligro letal para las personas. Y enterrar las armas tampoco es una solución.
Cuando EE.UU. y Rusia decidieron deshacerse de sus arsenales de la Guerra Fría a finales de la década de 1980 probaron la incineración, pero el problema no se solventó.
"Cuando se quema algo, no desaparece así como así […], es físicamente imposible que todo simplemente desaparezca", subraya Walker.
La Convención sobre Armas Químicas prohíbe procedimientos de vertido en océanos, enterramiento o incineración a cielo abierto.
Pero entonces, ¿cómo se pueden eliminar los productos tóxicos de este tipo de armas? Se barajan varios procedimientos. Uno de ellos es la incineración en hornos habilitados para ello, pero como se tardaría demasiado tiempo en construir un incinerador especial en Siria, EE.UU. espera que los agentes sean transportados fuera del país. De hecho, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, sugirió la opción de retirar parte del arsenal de armas químicas, que incluye unas 1.000 toneladas de agentes tóxicos, y destruirlas fuera del país.
Muchos expertos coinciden en que es una opción viable. Prácticamente todos los agentes químicos empleados en el armamento sirio no son armas en sí, sino 'ingredientes' que aunque son tóxicos, también son más seguros de transportar.
Otra opción sería la hidrólisis, que consiste en añadir agua a los agentes. Como resultado de esta reacción química se crea un residuo, también tóxico, pero relativamente fácil de limpiar.