El documento que lo demuestra ha sido desclasificado, y recientemente fue puesto a disposición de un corresponsal del canal informativo Al Jazeera, al amparo de la Ley por la Libertad de Información. Consta de 29 páginas y forma parte de las normas elaboradas en el marco de una campaña para influenciar la opinión pública lanzada como respuesta a las filtraciones de Edward Snowden.
Las instrucciones dejan claro que su objetivo era justificar la vigilancia indiscriminada a ciudadanos estadounidenses. Para conseguirlo, los funcionarios debían pronunciar algunas de las fórmulas recomendadas e introducir en su discurso o sus respuestas las siguientes frases:
"Prefiero estar aquí hoy explicando esos programas que explicar otro evento como el 11-S que no pudimos prevenir."
"La NSA y sus socios deben asegurar que conectemos los puntos para que la nación no vuelva a ser atacada como lo fue el 11-S."
"Después del 11-S hicimos varios cambios y sumamos un número de capacidades para poder conectar los puntos."
"Estos programas han ayudado a prevenir más de 50 sucesos terroristas desde el 11-S, siempre respetando escrupulosamente las libertades civiles y la privacidad de nuestros ciudadanos."
El corresponsal de Al Jazeera Jason Leopold encontró varios ejemplos de cómo los funcionarios de la NSA usaban esos recursos discursivos durante las entrevistas. Sin embargo, lo más significativo es que el propio director de la Agencia Nacional de Seguridad, el general Keith Alexander, usó este abanico de afirmaciones en su comparecencia ante el Congreso cuando habló de los programas de vigilancia desvelados por Snowden.
El más reciente ejemplo del uso de ese sofisticado lenguaje recomendado en el documento son las audiencias que se celebraron en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre las prácticas de vigilancia masiva. Tuvieron lugar el martes pasado y fueron marcadas por las 14 ocasiones en que el jefe de Seguridad mencionó los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Alexander, entre otras cosas, dijo en referencia a las medidas de vigilancia a 'sospechosos': "Antes del 9/11 no sabíamos cómo conectar esos puntos". El congresista demócrata Charles Ruppersberger, del mismo comité, le contestó repitiendo la misma muletilla de los 'puntos conectados': "Estos puntos deberían haber sido conectados, y podrían haber sido conectados, para prevenir el 9/11, y son necesarios para prevenir el siguiente ataque".
El documento de la NSA también aconsejaba a los funcionarios usar siempre que fuera posible la palabra 'legítimo' al hablar de los programas de vigilancia. Además se les recomendaba añadir la frase "Nuestros aliados se han beneficiado igual que nosotros".
Según destaca en este contexto el analista del proyecto infowars.com Steve Watson, la lamentable realidad es que el espionaje de la NSA no logró frustrar ninguna conspiración terrorista. Asimismo todos los conceptos que se recomendaba mencionar en los discursos –ya sea la 'legitimidad' o el 'beneficio de los aliados'– resultaron falsos, según revelan los análisis de un gran número de expertos independientes.