Las pantallas OptimEyes están equipadas con una cámara que analiza a los clientes mientras hacen cola. Después de que el dispositivo detecte su edad y sexo, elige qué anuncios proponerles. Por ejemplo, las bebidas energéticas podrían ser promovidas a clientes jóvenes por la mañana o los artículos de belleza valdrán para algunas señoras que esperan en la cola para pagar. Además, los aparatos registrarán lo que compra cada cliente.
Simon Sugar, el presidente ejecutivo de la empresa Amscreen -que desarrolló la pantalla de alta tecnología para Tesco-, afirma que las cámaras secretas instaladas en los dispositivos no se inmiscuyen en la vida privada de las personas.
"El OptimEyes no almacena imágenes ni identifica a las personas, solo funciona para determinar géneros y clasifica a los clientes en una de las tres categorías de edad", dijo Sugar, que subrayó que este proyecto "podría cambiar el comercio minorista británico".
Se espera que OptimEyes podría llegar a una audiencia semanal de cinco millones de adultos. Aunque todavía queda por ver la eficacia de esta innovadora tecnología, Amscreen ya tiene planes para expandir las pantallas en el mayor número de supermercados posible, y probablemente no solo en el Reino Unido.