Los misiles tierra-buque SSM-1, de un alcance de entre 150 y 200 kilómetros, están dirigidos a los estrechos que conectan el mar de China Oriental -el espacio acuático rodeado por China, Japón, Corea del Sur y Taiwán- y el océano Pacífico abierto. Según Tokio, últimamente los buques de la Marina china han frecuentado su paso por estos estrechos, acercándose demasiado a las islas japonesas que no disponen de bases militares, lo que el Gobierno nipón considera un gesto provocativo.
Al mismo tiempo cabe destacar que los SSM-1 están desplegados en el mar de China Oriental temporalmente mientras duren los ejercicios militares de Japón en la zona. En las maniobras están participando unos 30.000 efectivos y su objetivo es entrenar la defensa de las islas remotas. Anteriormente, los medios de comunicación nipones filtraron que Tokio está considerando la posibilidad de reforzar su Armada con dos destructores dotados de sistemas antimisiles Aegis para contrarrestar el desarrollo de las tensiones con China sobre el archipiélago Senkaku (Diaoyu) en disputa.