Para muchos, la ubicación del centro dentro de una base militar es una decisión que destila suspicacia por donde se mire. Una vez dentro, expertos en inteligencia desmenuzarán y archivarán cada información extraída de las cuentas de correo, registros de llamadas y cada movimiento que deje huellas de los ciudadanos.
Entonces tienes al Ejército y solo detrás a la NSA, de esta forma nunca llegas a interactuar con la agencia
Dan Garfield, promotor del Movimiento Recuperar la Cuarta Enmienda para Utah, asegura que la decisión de construir este centro dentro de una base militar obedece a la idea de que "al protestar contra la NSA, también estemos protestando contra el Ejército. De esta manera pueden justificar la represión policial. Entonces tienes al Ejército y solo detrás a la NSA, de esta forma nunca llegas a interactuar con la agencia".
Dan sufrió en persona las consecuencias de esta situación. El pasado 4 de julio, día de la Independencia, la Policía le prohibió a él y a cientos de activistas protestar contra el presupuesto millonario destinado a este centro.
Pero su agrupación no ha cesado de manifestarse desde que Edward Snowden diera a conocer que la Casa Blanca se apropia ilegalmente de datos personales de ciudadanos de su país y de todo el mundo. Además recuerdan el derecho constitucional de los norteamericanos a que sus pertenencias se hallen a salvo de aprehensiones arbitrarias.