Según las autoridades, la noche del jueves dos atacantes suicidas condujeron sus vehículos cargados de explosivos hasta la base militar en la ciudad de Tarmiyah, a 50 kilómetros al norte de Bagdad. La explosión dejó además 41 heridos.
Los soldados que custodiaban la base abrieron fuego contra el primer coche bomba a medida que éste se acercaba, pero el suicida logró detonar sus explosivos frente a la puerta de protección de la instalación, dijo la policía. Dos minutos después, el segundo atacante suicida estrelló su coche contra la puerta, donde ya se habían congregado varios soldados tras la primera explosión.
Según la policía, el primer atentado tenía como fin allanar el camino para perpetrar el segundo en el centro de la base.
Hasta ahora ningún grupo se ha reivindicado el ataque.
La violencia ha aumentado en Irak desde abril, cuando el número de víctimas de la violencia alcanzó los niveles de 2008. En este mes de octubre más de 1.000 personas han perdido la vida en atentados.