Según la compañía, que se dedica a calcular los modelos de desastres naturales y evaluar sus riesgos económicos, el monto total de los daños causados por el mayor tifón en casi 100 años oscila entre los 12.000 millones y los 15.000 millones de dólares estadounidenses. Esta suma equivale aproximadamente a un 5% del PIB de Filipinas.
Para comparar, el huracán Sandy, que estremeció la costa atlántica de EE.UU. en 2012, costó a Washington menos del 1% del PIB. Los expertos detallan que en caso de un desastre natural de gran envergadura, las pérdidas monetarias absolutas en los países desarrollados siempre son mucho más significantes, pero como estos Estados los pueden resistir de una manera mucho más eficaz y rápida, pasan más desapercibidas para la economía en general. Además, casi la mitad de los daños afecta a propiedad asegurada, algo que no se puede decir sobre Filipinas, donde los seguros cubrirán solo un 15% de las pérdidas, como máximo.
Cabe mencionar que la División Operativa de la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU ha anunciado el envío de los primeros 25 millones de dólares de su fondo de emergencias a las agencias humanitarias que actúan en Filipinas. Por el momento no se adelanta qué otras sumas se entregarán al país.