El presidente polaco pide disculpas a Rusia por el ataque a la embajada rusa

El presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, pidió disculpas a Rusia por los disturbios que tuvieron lugar el lunes delante del edificio de la misión diplomática rusa en Varsovia.
"Debo pedir disculpas en nombre del Gobierno polaco", dijo el mandatario del país europeo en una radio local, y tildó los disturbios nacionalistas cerca de la embajada de la Federación de Rusia de "escándalo totalmente injustificable". "Solo podemos disculparnos", señaló el líder polaco. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, por su parte, ha preparado una nota oficial que tiene previsto enviar a la parte rusa en las próximas horas. "En el documento expresamos nuestro profundo pesar por lo ocurrido. Esperamos que esto ayude a resolver la situación", indicó un portavoz del ministerio. 

El martes la cancillería rusa exigió a las autoridades polacas disculpas oficiales por el ataque a la embajada rusa en Varsovia, y les reclamó que tomaran las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de la misión diplomática rusa en Polonia.

Según un comunicado ministerial, como resultado de las manifestaciones que se desarrollaron cerca de la embajada rusa en la capital polaca, la misión diplomática sufrió daños materiales y su funcionamiento quedó interrumpido durante unas horas, lo que constituye una violación flagrante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte de las autoridades polacas. 

El 11 de noviembre, los participantes de la Marcha de la Independencia, tradicionalmente organizada por miembros de organizaciones nacionalistas en el Día de la Independencia de Polonia, atacaron la embajada de la Federación de Rusia en la capital polaca, lanzando bengalas, botellas y petardos al terreno que ocupa la misión diplomática. Algunos de los manifestantes también intentaron trepar por la valla que rodea al edificio.   

Las autoridades de Polonia han condenado el ataque contra la embajada rusa en Varsovia por parte de un grupo de nacionalistas. El ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radoslaw Sikorski, escribió en su Twitter que esta acción es una vergüenza para el país. "El vandalismo nacionalista que infringe la inviolabilidad de las embajadas nos avergüenza ante el mundo. No es patriotismo, sino un crimen y una vergüenza", dijo el ministro.