EE.UU. desarrolla en secreto un nuevo sistema avanzado de misiles interceptores

El Escudo Antimisiles (NMD, por sus siglas en inglés) y la Fuerza Aérea de EE.UU. estudian conjuntamente la creación en secreto de un nuevo sistema de misiles de lanzamiento aéreo.
Según opina Grigori Tíshchenko, director del Centro de Estudios de Defensa del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos citado por el portal Warfiles, se espera que el sistema sea capaz de aumentar en el futuro la eficiencia de la defensa antimisiles estadounidense y permitir la intercepción de misiles balísticos (BM, por sus siglas en inglés) de cualquier clase durante toda la trayectoria de su vuelo. 

La necesidad de desarrollar nuevas armas está justificada por la rápida propagación y la creciente amenaza de los BM en varias regiones del mundo, así como por la necesidad de poder interceptarlos en las primeras fases de vuelo. El nuevo sistema está destinado, en primer lugar, a responder de manera rápida a las posibles crisis y conflictos armados. 
 
Actualmente, EE.UU. está intensificando el desarrollo del concepto del uso de armas aéreas con sistema de guía infrarroja (Air Launched Hit-to-Kill, ALHK), ahora denominado Airborne Weaponry Layer (AWL), ante la posibilidad de usarlo para la solución de problemas de la defensa antimisiles.

Ya en 2008 se ofreció equipar aviones militares con dos tipos de misiles: el AIM-120 AMRAAM para interceptar a los misiles balísticos en el momento de su aceleración y el modificado misil interceptor THAAD para destruir misiles en la atmósfera superior. 
  
Hasta hace poco, Washington desarrollaba dos conceptos de armas de aire en el nivel inferior (hasta 20 kilómetros de altura): uno de la empresa Raytheon y el otro de Lockheed Martin. Hoy en día, estos dos conceptos se discuten en el marco del programa unificado AWL.
 
La empresa Raytheon proponía usar misiles Net Centric Airborne Defense Element (NCADE), de tamaño similar al cohete aire-aire AIM-120 AMRAAM, pero de dos etapas, con una cabeza buscadora infrarroja y velocidad varias veces más alta. El interceptor de misiles de dos etapas NCADE es capaz de golpear a misiles balísticos de diferente alcance en un radio de unos 160 kilómetros. 

En septiembre de 2008, Raytheon firmó un contrato por dos años por valor de 10 millones de dólares para el desarrollo del cohete. Por su parte, Lockheed Martin, en el marco del proyecto ALHK, presentó el misil antimisiles Patriot PAC-3 con un radar activo. 
 
La compañía Lockheed Martin inicialmente consideraba la posibilidad de utilizar sus misiles PAC-3 para destruir los BM. Ahora se propone utilizar su versión mejorada, PAC- 3 MSE, para realizar las mismas tareas. El análisis, realizado por el Comando Europeo de EE.UU. ha demostrado que los aviones de combate F-15C portadores de misiles PAC- 3 desplegados en los aeródromos europeos pueden proporcionar protección a casi toda Europa contra posibles misiles balísticos de alcance intermedio lanzados desde cualquier punto del territorio de Oriente Medio. El misil PAC-3 también puede utilizarse en las aeronaves F-16, F- 2 y F-35, equipadas con radares potentes.

El Departamento de Defensa de EE.UU. está buscando activamente métodos para un posible uso de medios aéreos para afrontar los retos de la defensa antimisiles. Aunque el concepto de la interceptación de misiles balísticos en el nivel más alto (en altitudes superiores a los 20 kilómetros) parece realizable, en la práctica aún no ha habido éxitos en este ámbito. 
 
A mediados de 2010, la agencia de defensa antimisiles consideraba, por ejemplo, dos conceptos de interceptores de una sola etapa para atacar objetivos fuera de la atmósfera y en sus capas altas. Uno de ellos tenía un peso de 754 kilogramos y desarrollaba una velocidad de 3,5 kilómetros por segundo, y el otro pesaba 713 kilogramos y tenía una velocidad de alrededor de 4,1 kilómetros por segundo. 
 
En la mayoría de los casos, para interceptar el BM en el momento de su aceleración, es decir, en el espacio aéreo del enemigo, se requiere un portador poco visible por el radar enemigo. Uno de los principales portadores potenciales de este tipo de armamento es el avión de combate F-35 Lightning II, en el que se puede colocar dos misiles interceptores. Las tecnologías modernas permiten crear un misil de dos etapas de un peso de hasta 1.500 kilogramos y una velocidad de 5,6 kilómetros por segundo.
 

Según estimaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de EE.UU., la etapa de desarrollo del sistema de defensa antimisiles de lanzamiento aéreo puede tardar entre 12 y 15 años en completarse y podría tener un costo de entre 2.800 y 5.400 millones de dólares. El costo del programa en su conjunto se estima en entre 10.500 y 17.600 millones de dólares. En 2010 la Fuerza Aérea anunció que el sistema podría comenzar a funcionar en 2018.

Se prevé utilizar 16 aeródromos de sistema de defensa aérea en el territorio continental de EE.UU. y dos en Alaska y Hawái para permitir el desplazamiento de las aeronaves con misiles interceptores a cualquier área del país en un plazo de no más de 20 minutos.

Así, el nuevo sistema de armas basado en un complejo de aviación puede convertirse en el único medio capaz de alcanzar a cualquiera de los portadores de armas de destrucción masiva: desde misiles de crucero y aviones, hasta misiles balísticos intercontinentales. Tras obtener el sistema el Pentágono podrá defenderse rápidamente de las numerosas amenazas que se plantean en las diferentes regiones del mundo.