Las negociaciones tuvieron lugar durante la visita de la delegación china, encabezada por el vicepresidente de la Comisión Militar Central del Patrido Comunista chino, coronel general Xu Qiliang, en la sede de la empresa rusa Salyut Lyulka, el mayor fabricante de motores turborreactores y proveedor de motores para los cazas rusos de la familia S-27, informa el portal chino Want China Times.
Aunque los detalles de las conversaciones no se dieron a conocer, pero la página web de Salyut informó que la empresa tiene interés en cooperar con China en el desarrollo del nuevo motor.
La delegación china también visitó las instalaciones de la fábrica y talleres de ensamblaje de motores, así como el departamento de I+D y la planta piloto de la empresa.
Actualmente China está desarrollando un cazabombardero de quinta generación J-20 (o cuarta generación, según la clasificación china). El avión realizó su primer vuelo de prueba en enero de 2011. Por ahora en las pruebas participan cuatro prototipos del J-20, tres de los cuales son propulsados por motores rusos AL- 31F y AL- 41F (conocido también en Rusia como el motor de la primera etapa del desarrollo del PAK-FA, cazabombardero furtivo ruso). El cuatro prototipo usa el motor chino WS-10A.
Sin embargo, se informó en reiteradas ocasiones que las empresas chinas todavía no son capaces de desarrollar un motor para aviones de combate que tenga un rendimiento y una vida útil como los que requieren sus aeronaves. De ahí que la mayor parte de aviones de combate de exportación chinos esté equipada con motores rusos AL- 31F.
En febrero de 2012, China adquirió de Rusia 140 motores AL- 31F como los que se instalan en los cazas Su-27/30 y sus clones chinos, J-11. Un año antes de ello, China había comprado a Rusia 150 motores AL- 31F, 123 AL-31FN para sus cazas J-10 y 184 motores D-30KP-2, que usan los aviones de transporte rusos Il -76 y los bombarderos de largo alcance chinos H-6 (réplica del bombardero estratégico soviético Tu-16).