La práctica mercantil del país norteamericano ha sufrido seriamente debido a las revelaciones respecto a las actividades de espionaje de la NSA. Estos datos aparecen en el informe publicado por la empresa CISCO, que se dedica a la producción de equipos de telecomunicaciones.
En concreto, la demanda de su hardware ha bajado, por ejemplo, en un 25% en Brasil y en un 30% en Rusia. Ambos países han expresado su indignación con la vigilancia y han anunciado planes para frenar el alcance de la Agencia norteamericana. Esta situación podría conllevar enormes pérdidas para varias compañías tecnológicas, que habrían estado involucradas en ese espionaje.
Mientras, el director de la NSA ha hecho público el número de documentos que Edward Snowden ha entregado a los medios. Se trata de una cifra que oscila entre los 50.000 y 200.000 archivos. Según Keith Alexander, los datos se publican de una manera que está causando el mayor daño posible a la seguridad nacional del país norteamericano.
Por su parte, el analista político Alfredo Gutiérrez cree que el mutuo acuerdo de las empresas con grandes intereses geopolíticos y el Gobierno de EE.UU. se ha hecho más que evidente. Y estas compañías multinacionales se domicilian no solo en EE.UU., sino también en el Reino Unido, insiste experto.
"Se ha evidenciado el efecto que tienen las declaraciones, y lo que ha expuesto al mundo Snowden es irreversible. Hay mucho intercambio tecnológico, universidades que trabajan en investigación y efectúan el intercambio de estudiantes de un lugar a otro. Entonces es bien difícil de limitar esos esquemas, el avance del espionaje va a continuar a nivel de gobiernos y a nivel de población".
"Ya de hecho nos han convertido a los humanos en una mercancía", afirma el analista. "Hay estudios que dicen que nos quieren poner un chip para poder controlarnos e identificar. Estos chips, los códigos de barra, nos los quieren colocar dentro del cuerpo para poder controlarnos desde el nacimiento", concluye Gutiérrez.