El personal de la central descubrió que el agua contaminada se filtra de uno de los tanques de almacenamiento subterráneo, informa la agencia Itar-Tass.
Según la información, la radioactividad en el material filtrado oscila los 30 milisieverts por hora, cuando la dosis promedio para una persona es de un milisievert por año. Además, el fluido emana radiación beta con un contenido de estroncio-90.
De acuerdo con los datos preliminares, la causa de la fuga se debería a daños en el encofrado del tanque. Por ahora expertos de TEPCO analizan el volumen del agua que se filtró y las medidas adecuadas a tomar para evitar su propagación.
El pasado mes de agosto uno de estos tanques destinados a almacenar el líquido que se usa para refrigerar los reactores de la accidentada central nuclear, dejó escapar 300 toneladas de agua muy tóxica, parte de la cual fue a parar al mar.