Los datos reflejan además que el 57% de los encuestados se niegan a apoyar a Obama. A finales de octubre, una encuesta similar de la cadena estadounidense NBC News y la organización Wall Street Journal Survey reveló que el 48% de la población no estaba satisfecha con la política de su presidente y solo el 42% la apoyaba.
"Por primera vez la mayoría de los ciudadanos de EE.UU. dicen que Obama no es 'honesto ni de fiar'", explicaban los sociólogos a mediados de noviembre.
Uno de los principales factores que ha minado la popularidad de Obama es la reforma del sistema sanitario conocida como Obamacare. Según la última encuesta, el 61% de los estadounidenses están en contra de la reforma y solo 31% de ellos la apoyan.
La baja popularidad del presidente también está asociada con la crisis financiera y fiscal estadounidense, que llevó al cierre del Gobierno durante dos semanas cuando el país estaba al borde de la quiebra.
Asimismo, poca popularidad le han traído a Obama los escándalos sobre la vigilancia masiva de los ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional. Las filtraciones de Edward Snowden han desatado la indignación en la sociedad estadounidense por la violación de uno de sus derechos garantizados por la Constitución.