Las aguas del río Saperca, que discurre en la región rusa de Primorie, en el lejano oriente de Rusia, se han vuelto de un extraño color verde.
En los márgenes del río no se sentía ningun olor extraordinario ni había nada extraño, afirman los testigos. La causa de lo sucedido no está clara, pero los lugareños creen que los empleados del sistema de conducción de aguas podrían estar detrás del extraño fenómeno.
No en vano, los vecinos aseguran que los operarios suelen teñir el agua para localizar las redes de alcantarillas o el lugar de la ruptura del alcantarillado. Se trata de un método rutinario
pero no está claro si afecta a la ecología.