Hablando de las conversaciones que mantuvo con líderes mundiales y empresarios influyentes durante su periodo como secretaria de Estado, la esposa del expresidente Bill Clinton relató que muchos de sus interlocutores ven con cierto temor la capacidad de EE.UU. para mantener su economía a flote, y de paso continuar siendo una influencia geopolítica.
"Estábamos en otro de estos dramas en Washington sobre si llegaríamos o no a dejar de pagar nuestra deuda. Todos los líderes empresariales querían hablar conmigo sobre si EE.UU. entraría en 'default'. Y yo decía 'oh, por supuesto que no. Nunca haríamos eso'. Esperando y rezando para no equivocarme", comentó Clinton.
La exsecretaria además reconoció que hablando con gente de todo el mundo "había una sensación como de 'si ustedes no pueden conseguir actuar de forma conjunta, tenemos que desamericanizar el mundo'. Que era una frase usada por un funcionario chino de alto rango", aseguró Clinton, agregando que esta percepción "no es una buena noticia" para EE.UU.
Estas y otras declaraciones de la también exsenadora son parte de lo que parece ser una precampaña electoral en aras de luchar nuevamente por la candidatura presidencial como representante del Partido Demócrata, como ya lo hizo en 2008 cuando perdió frente a Barack Obama.