Las conversaciones tuvieron lugar el fin de semana pasado, pero los detalles sobre estas reuniones no han transcendido hasta el momento. Las negociaciones se centraron en el deseo común de seguir profundizando los lazos en diferentes sectores, incluida la industria energética, el turismo y la formación de especialistas y técnicos en la rama petrolera, según informó la agencia rusa Itar-tass.
Las dos partes firmaron un total de cinco paquetes de convenios. El empresario ruso y el dirigente cubano también intercambiaron opiniones acerca de la actualización del modelo económico del país insular y en particular, discutieron las posibilidades que ofrece la Zona Especial de Desarrollo de Mariel para futuras inversiones.
Esta zona, situada a unos 45 kilómetros al oeste de la capital de Cuba y cuya inauguración está programada para 2014, es la primera que se crea en la isla con el fin de convertirse en un motor propulsor para toda la economía nacional y, según se prevé, en un futuro generará más empleos, aumentará las exportaciones y atraerá inversiones extranjeras.
Rusia, por su parte, reiteró su intención de aumentar las inversiones en el sector energético y eléctrico cubano, expresada en el marco de encuentros bilaterales celebrados ya el año pasado .