El programa de espionaje "fue coordinado cuidadosamente con el socio canadiense", según los documentos clasificados que el exempleado de la CIA Edward Snowden suministró al canal. Cabe destacar que el Centro de la Seguridad de las Comunicaciones de Canadá (CSEC, por sus siglas en inglés), la agencia criptográfica gubernamental, tiene prohibido espiar en el territorio del país sin una orden judicial, independientemente de la nacionalidad de los objetos del espionaje.
Los materiales secretos no indican si el CSEC participó 'físicamente' en las operaciones de vigilancia. Sin embargo, CBC News destaca que la legislación local y los acuerdos internacionales prevén que la agencia canadiense de inteligencia no puede delegar a ninguna entidad extranjera las misiones que ella misma no está autorizada a llevar a cabo.
Los documentos no mencionan cuáles eran los objetos concretos de la vigilancia, pero sí detallan que el centro de comando que coordinaba la operación estaba ubicado en la embajada de EE.UU. en Ottawa y que el fin de la misión era garantizar la seguridad durante las cumbres y "proporcionar apoyo a los políticos". Los textos contienen las cláusulas principales de la agenda del G-20 y la promesa de asistir "los objetivos políticos de EE.UU.". En 2010 el mundo estaba inmerso en la gran recesión. Los líderes mundiales debatían las posibles medidas a tomar para salir de ella, incluido el establecimiento de un impuesto global sobre los bancos, una iniciativa a la que Washington y Ottawa se oponían drásticamente. La propuesta no prosperó.
En respuesta a las revelaciones de la cadena, Jason MacDonald, portavoz del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, se limitó a comunicar: "No realizamos comentarios sobre las cuestiones operacionales relacionadas con la seguridad nacional."