Los sumergibles de este proyecto están diseñados para combatir contra submarinos y buques de superficie y su misión es proteger las bases navales y las comunicaciones marítimas en zona cercana.
"Junto con la construcción de submarinos estratégicos nucleares y de ataque, una de las tareas más importante a corto y medio plazo es desarrollar la flota de submarinos de propulsión no nuclear", señaló el comandante de la Armada rusa, Víktor Chirkov, durante la ceremonia.
Actualmente en los astilleros de Admiraltéiskaya Verf están en construcción otros dos submarinos de este proyecto: el Rostov-na-Donú, puesto en quilla en noviembre de 2011, y el Stary Oskol, cuya construcción se inició en agosto de 2012.
Los submarinos de este proyecto están armados con torpedos del calibre 533 milímetros y misiles de crucero Kalibr (Club-S), en su versión contra buques de superficie, que se lanzan de tubos lanzadores de torpedos.