Tras las pruebas, la aeronave se convertirá en uno de los aparatos tripulados más ligeros de la Fuerza Aérea de EE.UU. Podrá participar tanto en combates aéreos como en misiones antipersonales, ya que contará, al igual que los aviones de la época de la Segunda Guerra Mundial, con una ametralladora colocada en la cabina.
El Scorpion mide 13,3 metros y tiene una envergadura de 14,4 metros. Es capaz de transportar hasta 2,8 toneladas de armamento pesado (mucho más de lo previsto por estimaciones anteriores), que podrá incluir hasta seis bombas o misiles. La velocidad máxima que podrá alcanzar será de 833 kilómetros por hora.
El modelo destaca por su bajo coste operacional y de mantenimiento. Una hora de vuelo del Scorpion no costará más de 3.000 dólares, asegura el fabricante, mientras que en el caso del F-16 Fighting Falcon ronda los 25.000 dólares. Se pretende también reducir considerablemente los costos de producción respecto al resto de los aviones modernos, aunque Textron no especificó en ningún momento cuánto valdrá cada aparato.