"Irán se plantea producir más energía en los próximos años con ayuda de las centrales atómicas", declaró el mandatario, citado por la agencia de noticias Fars, en una reunión con funcionarios y empresarios de la provincia de Bushehr. "Basándose en nuestras estimaciones, la segunda planta energética nuclear será construida en esta provincia y espero que pueda aprovechar las instalaciones con las que ya cuenta el territorio."
Algunos medios de información iraníes interpretaron que la nueva planta que mencionó el presidente sería una nueva central, y otros opinan que se refería a la construcción de un nuevo bloque más potente en la actual central de Bushehr.
La capacidad del único reactor en funcionamiento, operado desde septiembre de 2011 por la Organización de la Energía Atómica de Irán, es de 1.000 megavatios. Teherán quiere incrementar la producción en Bushehr hasta al menos 4.000 megavatios, y el total de capacidad en el país hasta 20.000 megavatios, precisa la prensa iraní. Ese incremento permitiría incluso exportar electricidad a otros países del golfo Pérsico en un futuro.
Fuentes en Irán destacan también la alta resistencia de la central, construida por los rusos, ante los movimientos sísmicos. Como ejemplo mencionan el reciente terremoto de magnitud 5,7 que causó ocho muertes en la provincia de Bushehr, pero ningún daño al reactor.
Desde el inicio de la imposición de las sanciones de la ONU contra Irán, la central nuclear de Bushehr nunca ha sido sometida a ellas debido al carácter pacífico de la exploración de la energía atómica. Expertos de Rusia declararon en 2010 que continuarían con los trabajos para ponerla en marcha y llevarla a la capacidad proyectada, y así lo hicieron en los años consecutivos.