Se conmemora la aportación de Brasil a la Gran Victoria
El vicedirector del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, Boris Martýnov, compartió con RT sus reflexiones desde la Colina Poklonnaia, el Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria contra la Alemania nazi (1941 - 1945).
Boris Martynov mencionó que la simpatía hacia el régimen fascista surgida en algunos países de América Latina antes de la Segunda Guerra Mundial, no tenía un carácter orgánico sino que era un contrapeso a lo que imponía en aquel entonces EE. UU. y su política chovinista hacia América Latina. En este sentido, Alemania fue considerada en parte como una víctima del Tratado de Versalles de 1919 leonino para este país, y por eso fue percibida con cierta simpatía. Pero pronto la política estadounidense basculó hacia la llamada 'política del buen vecino' de Franklin Roosevelt y además, después de ver lo que hacía Alemania después de que los nazis tomaran el poder, este movimiento de simpatía se invirtió.
El historiador y politólogo, gran conocedor de Brasil, destacó el papel de la participación de los países de América Latína en la Segunda Guerra Mundial que fue “bastante pronunciada con su deseo, en primer lugar, de participar con sus fuerzas armadas. Pero este deseo fue satisfecho sólo en parte porque en el frente de la Guerra participó solo una división del Ejército brasileño y en la campaña del Pacífico participó, en el año 1945, una escuadrilla de las Fuerzas Aéreas mexicanas”.
Las batallas de los brasileños en el conjunto de la coalición antifascista y su aportación a la victoria es un hecho casi desconocido en Rusia y en buena parte del mundo. Gracias a las acciones militares del Cuerpo de Expedición Brasileño, conformado por 25.000 soldados que actuaron en los frentes de Italia, así como la actividad del cuerpo de aviones caza de ese país, desempeñaron un gran papel en la derrota del fascismo.
Brasil declaró la Guerra a la Alemania nazi y a la Italia fascista el 22 de agosto de 1942. Las Fuersas de Expedición de Brasil en Italia las encabezaba el general Joao Batista Mascaranhes de Moraes.
En reconocimiento al papel desempeñado por Brasil, el delegado antifascista Osvaldo Araña fue elegido en abril de 1947 presidente de la Primera Asamblea General Especial de la entonces recién fundada Organización de las Naciones Unidas. Desde aquel momento, todas las reuniones anuales de la AG comienzan con la intervención del representante de Brasil.
Pero Brasil no recibió todo lo que quería obtener después de haber brindado su aportación a la Victoria. Martýnov cita las palabras del contralmirante K. Suares Dutra (pronunciadas el 18 de Mayo de 1945): “Brasil salió de la Guerra tan grande como cualquier otra de las grandes potencias mundiales”. Ese Brasil, independiente, fuerte y seguro, como lo consideraba su presidente Vargas, no interesaba a los Estados Unidos por sus tendencias monopolistas en el Hemisferio Occidental. Así que la membresía de Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU fue vetada.
Martýnov afirmó que no se debe olvidar una participación importante de América Latina en el suministro de las mercancías estratégicas a Europa pero, según este investigador, la participación de Brasil y México seguramente fue mayor porque el deseo de estos países de participar en la guerra fue más activo.