En vísperas de la Gran Guerra Patria (1941–1945) llegaron muchos jóvenes españoles a la Unión Soviética para refugiarse en este país tras la instauración del régimen franquista. Entre los llamados 'niños de la guerra' estaba el actual director del Centro Español en Moscú, Francisco Mansilla, que compartió con RT sus recuerdos sobre la guerra.
"Llegué a la URSS en 1937, cuando tenía 10 años. Poco después comenzó la Segunda Guerra Mundial", recuerda Mansilla. "Nos refugiamos del régimen fascista, entonces el fascismo era la cosa más odiada por nosotros", continúa. Tras el comienzo de la guerra la mayoría de los niños españoles fueron enviados a la retaguardia, donde comenzó un periodo muy duro de sus vidas.
“Vivimos en la zona del Volga, donde fui a trabajar en una fábrica de aviación”, cuenta Mansilla. Tras cuatro meses de aprendizaje, el joven español fue contratado como peón y trabajó allí hasta el fin de la guerra. "A menudo pasamos mucha hambre, además éramos bombardeados por los alemanes. La vida fue muy dura hasta 1945", recuerda Mansilla.
Tras la victoria en la Gran Guerra Patria, la vida comenzó a mejorar para los 'niños de la guerra'. "Comenzamos a estudiar y trabajar, siempre recordando el fascismo, ya que lo peor del mundo es el fascismo", dice Mansilla. Recuerda también que los jóvenes españoles aprendieron lecciones de la lucha contra los fascistas. "Nos enseñaron a disparar, a ayudar a los heridos, a salvarnos de los ataques con gas", recuerda el español.
A raíz de la Guerra Civil en España (1936-1939) llegaron a la URSS casi 4.300 españoles. Unos ochocientos lucharon por la URSS en la Segunda Guerra Mundial. Según los datos del Centro Español en Moscú, 151 cayeron en combate y 15 desaparecieron en el frente. Si se suman las víctimas de las academias militares, hubo un total de 420 muertos entre los españoles que se enrolaron en las filas soviéticas.