Las autoridades de la ciudad de Los Angeles (California, EE. UU.) tienen poco menos de un mes para cerrar centenares de dispensarios de marihuana para uso médico que no se ajustan a una nueva ordenanza que restringe la proliferación de estos establecimientos.
El Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó una ordenanza para restringir la proliferación de dispensarios de marihuana para uso médico, una decisión que supondrá el cierre de cientos de establecimientos.
La iniciativa del Ayuntamiento se produjo después de que el Tribunal Supremo de California levantara las limitaciones estatales que establecían el máximo de cannabis que podía tener y cultivar un enfermo.
La ordenanza, que comenzó a discutirse hace más de cuatro años, recibió el visto bueno del consejo municipal con la mayoría de los votos ante las protestas de los defensores de los puntos de venta de marihuana bajo receta médica, que es legal en California desde 1996.
Las autoridades locales intentan imponer mayores controles sobre cientos de dispensarios que convirtieron esta ciudad en la 'Región Marihuanera del Viejo Oeste' de Estados Unidos.
Ahora, alrededor de 550 dispensarios de cannabis con fines medicinales en Los Ángeles deberán cerrar sus puertas antes del 7 de junio o, de lo contrario, sus dueños afrontarán multas civiles o se enfrentarán a penas de prisión.
La medida prevé que la cifra de dispensarios de cannabis se reduzca a unos 150 en toda la ciudad.
A partir del 7 de junio seguirán funcionando aquellos dispensarios que prohíban el uso de esta droga en los establecimientos, se sitúen a más de 300 metros de las escuelas, parques y bibliotecas, y que impongan su cierre a las 20.00 hora local.
Los dispensarios que contravengan la medida para permanecer abiertos se enfrentan a penas de hasta seis meses de cárcel y deberán pagar algo más de 1.000 dólares de multas, explicaron las autoridades locales en cartas especiales.
No obstante, los dispensarios que sigan abiertos, deben cumplir con una serie de estrictas regulaciones que incluyen la revisión por parte de las autoridades del historial del propietario y el análisis del cannabis en laboratorios independientes.
Los lugares que permanezcan abiertos sin cumplir con esas premisas pasada la fecha del 7 de junio, podrán recibir multas diarias de hasta 2.500 dólares.
"Es un desastre para los pacientes", aseguró James Shaw, director de la organización Union of Medical Marijuana Patients.
La medida no será efectiva hasta que la firme el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, y se autoricen las tasas que se cargarán a los comercios de marihuana para cubrir los costes municipales de control sobre sus negocios.
Los Ángeles es una de las 35 ciudades de California que optaron por crear una ley local que permitiera la venta de marihuana bajo receta médica. California fue el primer Estado en EE. UU. que autorizó la utilización de la marihuana con fines terapéuticos en la década de los 90 y después lo hicieron otros estados.
Las leyes federales mantienen a la marihuana como una droga ilegal. Aunque el Gobierno del presidente Barack Obama suavizó en 2009 sus normas para los casos judiciales que impliquen a la marihuana, algunos administradores de dispensarios han sido arrestados en los últimos meses.
Los empresarios afectados ya están estudiando tomar acciones contra la decisión y recoger firmas para obligar al Ayuntamiento a someter a referéndum la ordenanza.
Además, una comisión parlamentaria de este Estado aprobó una propuesta de ley que busca legalizar la marihuana y darle el mismo estatus que tiene el alcohol y el tabaco.