"Siempre hemos estado orgullosos de nuestro país, pero no aspiramos al título de superpotencia, que se entiende como la pretensión de hegemonía global o regional. No incidimos en los intereses de nadie, no nos imponemos, ni pretendemos dar lecciones a nadie sobre cómo deberían vivir", agregó el presidente de Rusia.
Durante su intervención, Putin recordó que es posible resolver cualquier crisis sin recurrir a la fuerza, poniendo como ejemplos los de Siria e Irán.
De acuerdo con el mandatario en la solución de la crisis siria, Rusia nunca puso en peligro sus intereses nacionales.
"Hemos logrado evitar, hasta la fecha, la intervención militar externa en los asuntos sirios y la extensión del conflicto fuera de los límites de la región. El papel de Rusia en el proceso ha sido muy importante. Hemos actuado de manera firme, cuidadosa y prudente sin poner en peligro nuestros intereses, nuestra seguridad o la estabilidad global. Bajo mi punto de vista, así debe actuar una potencia madura y responsable", subrayó Putin.
En su mensaje anual, Putin resaltó la necesidad de defender la ley internacional, abogar por el respeto a la soberanía nacional, la independencia y la singularidad de los pueblos. Asimismo, aseguró que Rusia quiere respetar la soberanía y la estabilidad de otros países.
Putin no mencionó la palabra EE.UU. en su discurso, pero hizo referencia a las acciones militares de Washington en países como Afganistán, Irak y Libia.