Según el comunicado citado por la agencia RIA Novosti, el arma codificada como HEL MD destruyó más de 90 obuses de mortero y varios aviones no tripulados durante las pruebas que tuvieron lugar en un polígono del estado de Nuevo México entre el 18 de noviembre y el 10 de diciembre pasado.
El láser montado en una plataforma móvil tiene una potencia de 10 kilovatios (kw) y se espera que su poder aumente a 50 y más tarde alcance los 100 kw.
Según la compañía diseñadora de esta arma, Boeing, este láser terrestre podría utilizarse para la defensa antimisiles y es capaz de atacar objetivos a una velocidad de casi 300 kilómetros por segundo.
Boeing anunció que el aparato proporcionará una fuerte defensa a las tropas de tierras contra misiles, proyectiles de artillería y 'drones'.
El Pentágono siempre tuvo interés en desarrollar armas de láser. Sus partidarios destacan su increíble velocidad y precisión junto con un costo relativamente reducido y una 'munición' casi infinita, limitada solo por la disponibilidad de energía eléctrica.
Sin embargo, el desarrollo de estas armas para poder ser usadas en el campo de batalla afronta problemas como la refrigeración, la eficiencia y la miniaturización.
En los últimos años, otros contratistas del Pentágono, como Raytheon y Northrop Grumman, han probado láseres navales, montados en buques y capaces de derribar aviones y destruir pequeñas embarcaciones.
Pese a las prestaciones del láser anunciado por Boeing, la potencia de 10kw es bastante modesta en comparación con lo que espera obtener el Pentágono con el tiempo. Generalmente se consideran los 100 kw como el umbral para las armas láser que les permitiría derribar a blancos de velocidades más elevadas.