En la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista 'Science', los científicos utilizaron los datos del brote del síndrome respiratorio agudo severo, conocido como SARS, en 2003 y la pandemia del H1N1 en 2009 y descubrieron que los virus se extienden en forma de ondas concéntricas.
Si antes las enfermedades se propagaban entre personas que viajan a pie o a caballo, ahora las epidemias se propagan a través de una compleja red de vuelos internacionales. "En el mundo moderno, que está tan interconectado, la distancia geográfica convencional ya no es tan significativa", indicó Brockmann.
Gracias a 'la red de movilidad global' que elaboró el equipo de investigadores con los datos de aerolíneas internacionales de los últimos tres años, en el vídeo se puede observar cómo una enfermedad 'lanzada' en una ciudad podría extenderse al resto del mundo. El vídeo muestra la simulación de una pandemia con brote en Atlanta, EE.UU. Las 'fuentes' de la enfermedad también se ubicaron en la Ciudad de México, Chicago y Londres.
Ese modelo, que se basa en el concepto denominado por los científicos "distancia efectiva", podría ser utilizado para ayudar a combatir la propagación de posibles epidemias en un futuro.