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Miley Cyrus a la manera israelí: "Nuestra casa, nuestras reglas y no vamos a parar"
"Es nuestra tierra y nosotros, los judíos, haremos aquí lo que nos dé la gana", es el mensaje de una parodia de la canción de Miley Cyrus 'We Can't Stop' grabada por una periodista estadounidense-israelí y que ya ha causado enfado en la Red.
Así la canción sobre el permanente deseo de la gente joven de ir de fiesta se convierte en un tema politizado que justifica la política de Israel hacia los palestinos.
La autora, Orit Arfa, que en 2011 fue nombrada directora ejecutiva para la división occidental de la Organización Sionista de EE.UU., canta estrofas como la que sigue:
"A los chicos bien armados de mi país
Que protegen a los judíos contra una paliza
Recordad que solo Dios os puede juzgar",
Sobre los esfuerzos de la comunidad internacional para poner fin al derramamiento de sangre entre los israelíes y palestinos, la autora opina lo siguiente:
"Y todos guardan cola para hacer la paz
Tratando de obtener un premio Nobel de la Paz
Ya estamos todos hartos aquí".
Varias veces en el video la cantante posa junto a un buldócer, en una obvia referencia a los colonos judíos que derriban viviendas palestinas para construir sus asentamientos, ilegales según los dictados de la ONU.
"Es nuestra casa, son nuestras reglas y no vamos a parar", reza el estribillo.
La canción ya ha provocado una ola de indignación en forma de comentarios en la Red, por la actitud derechista de letra y su clara apuesta por el enfrentamiento.
La autora, Orit Arfa, que en 2011 fue nombrada directora ejecutiva para la división occidental de la Organización Sionista de EE.UU., canta estrofas como la que sigue:
"A los chicos bien armados de mi país
Que protegen a los judíos contra una paliza
Recordad que solo Dios os puede juzgar",
Sobre los esfuerzos de la comunidad internacional para poner fin al derramamiento de sangre entre los israelíes y palestinos, la autora opina lo siguiente:
"Y todos guardan cola para hacer la paz
Tratando de obtener un premio Nobel de la Paz
Ya estamos todos hartos aquí".
Varias veces en el video la cantante posa junto a un buldócer, en una obvia referencia a los colonos judíos que derriban viviendas palestinas para construir sus asentamientos, ilegales según los dictados de la ONU.
"Es nuestra casa, son nuestras reglas y no vamos a parar", reza el estribillo.
La canción ya ha provocado una ola de indignación en forma de comentarios en la Red, por la actitud derechista de letra y su clara apuesta por el enfrentamiento.
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