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Los responsables del derrame de crudo se culpan entre ellos

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Los representantes de las tres multinacionales petrolíferas relacionadas con el vertido del Golfo de México acudieron el martes al Senado estadounidense para explicar quién es el responsable del derrame de crudo, que se ha convertido en la catástrofe ecológica más grave de la historia del país.

Los representantes de las tres multinacionales petrolíferas relacionadas con el vertido del Golfo de México acudieron el martes al Senado estadounidense para explicar quién es el responsable del derrame de crudo,  que se ha convertido en la catástrofe ecológica más grave de la historia del país.

Los dirigentes de las empresas petrolíferas no admitieron error alguno y se culparon entre ellos.

El titular de Transocean, Steven Newman, dijo que la explosión fue provocada porque el cemento del pozo era de mala calidad y las tuberías estaban mal atadas. "Sé muy bien que en la tarde del 20 de abril ocurrió una avería catastrófica relacionada con el cemento, los encofrados o con ambas cosas", dijo. "Nosotros no hicimos más que seguir los planos y las especificaciones que nos dio British Petroleum", aseveró.

Además, el titular de Transocean rechazó la posibilidad de que la causa del accidente pudiera estar en el equipamiento que le pertenecía a su empresa. Consideró "muy evidente" que la técnica pudo haber sido estropeada por los pedazos de cemento y las tuberías.

En la misma audiencia el presidente de la división estadounidense de British Petroleum, Lamar McKay, dijo que el accidente se debe al fallo de la válvula de seguridad que había colocado la compañía Transocean y que debería haber impedido automáticamente la fuga. Según él, "todos los sistemas tienen que ser seguros. Desgraciadamente, en este caso no entendimos que no habían sido así", dijo.

A su vez, el representante de la multinacional Halliburton, Tim Probert, también trató de defender a su empresa. Dijo que el prestador de servicios que realizó los trabajos en el pozo no instaló el tapón de cemento necesario para contener el petróleo y el gas en el pozo.

Tras la explosión en la plataforma Deepwater Horizon perecieron 11 obreros. Pese a los numerosos esfuerzos, los especialistas no lograron parar el derrame de crudo. Según los últimos datos, en las aguas del Golfo de México se virtieron más de 15 millones de litros de petróleo. Las medidas tomadas para contener la fuga le han costado a BP alrededor de 350 millones de dólares. Además, la empresa recibió alrededor de 5.000 demandas judiciales con la exigencia de recompensar los daños. De estas 5.000, fueron satisfechas casi 300 demandas, por las que la compañía pagó unos 3.500 millones de dólares.

Mientras tanto, se siguen aplicando diferentes métodos para contener el derrame de crudo. Tras varios intentos fallidos de instalar una enorme cúpula metálica, la compañía BP anunció que dispersará sustancias químicas para disolver la marea negra. Además, consideraron la posibilidad de bloquear la avería con pelotas de golf y neumáticos viejos. Los voluntarios estadounidenses, a su vez, anunciaron la recogida de pelo (cabello humano y piel y pelo animal) para elaborar colchones que se usarían como barreras para contener el vertido. La organización Matter of Trust, que usó esta técnica en 2007 durante el derrame en San Francisco (tras la avería en el buque Cosco Busan), afirma que cada medio kilo de colchón de pelos absorbe la cuarta parte del petróleo.

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