En sus primeras palabras tras conocer su victoria en las urnas, Bachelet quiso dar las "gracias a todos los que votaron por su compromiso con la democracia y gracias a los que confiaron en mí porque yo también confío en ustedes".
En su discurso, la nueva presidenta señaló que "es tiempo de que se inicien reformas de fondo y con responsabilidad". En ese sentido, aludió a su propuesta para la reforma educativa, una reforma que tienda a "construir un sistema de educación público, de calidad y gratuito".
Bachelet se refirió asimismo a una de las propuestas más espinosas, la de reformar la Constitución (que data de la época del régimen del dictador Augusto Pinochet), para crear una nueva carta magna "nacida en democracia, que asegure más derechos y que garantice que en el futuro la mayoría nunca más será acallada por una minoría".
Las primeras felicitaciones a Michelle Bachelet
provinieron de su rival, la candidata conservadora Matthei, y del actual presidente, Sebastián Piñera, así como del presidente mexicano, Peña Nieto, y de Nicolás Maduro, quien destacó que espera que las relaciones entre Venezuela y Chile estén al "mismo nivel de sintonía y amistad que las que inició Hugo Chávez en la primera presidencia de Bachelet en Chile".