El 52 primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, renunció al cargo de jefe de Gobierno británico y de líder del partido laborista la noche del martes. La fecha de la dimisión de Brown – el 11 de mayo – es simbólica. Precisamente este día hace 3 años, confirmó su intención de luchar por los altos cargos en el partido y en el Gobierno, después de que su antecesor, Tony Blair, anunciara su retirada de la política.
La promoción de Brown
Nacido en 1951 en la ciudad de Glasgow, Brown fue elegido para el Parlamento en 1983. Sus colegas lo recuerdan como una persona rígida y sin compromisos. Hasta sus partidarios, a veces, lo caracterizan de una manera poco halagadora: "obsesionado por controlar todo", "despiadado hasta lo estalinista".
Comparado con el siempre sonriente Blair, que convirtió la política en un 'show business', el severo Brown llegó al poder en 2007 con el propósito de minimizar el 'show', concentrándose en el 'negocio'. Los 3 años de estancia de Brown en el poder estuvieron marcados por una serie de eventos emblemáticos, como la retirada de las tropas británicas de Irak y la lucha contra la crisis financiera.
La pelea con Rusia
Durante la gestión de Brown las relaciones bilaterales entre Rusia y Reino Unido pasaron por el peor momento en los años postsoviéticos. En julio de 2007 Londres tomó varias medidas político-diplomáticas en contra de Moscú por la negativa de Rusia de entregar al Reino Unido al empresario Andréy Lugovoy, acusado por los británicos de estar vinculado con el asesinato del ex oficial del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) Alexánder Litvinenko.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña declaró 'persona non grata' a cuatro empleados de la embajada rusa en Londres, paralizó la colaboración con Rusia en el área de la lucha contra el terrorismo, obstaculizó el proceso de entrega de visados y el trabajo para el acuerdo sobre los centros culturales. Durante su gestión Brown nunca visitó Rusia.
Las relaciones empezaron a mejorar sólo en el último año, después de que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, participara en la cumbre de G-20 en Londres y realizara varias negociaciones con Gordon Brown en el marco de la reunión.
Lo que no hizo
Brown no realizó por completo dos importantes iniciativas de su Gobierno: no sacó al país de la recesión y no llevó a cabo la reforma del sistema político.
La economía británica demostró en el año 2009 por primera vez durante la crisis un crecimiento, pero todavía no se recuperó por completo. Además, Brown tuvo varias intenciones de modernizar el sistema político: pretendía que los parlamentos fueran elegidos para un periodo fijado, en lugar del sistema actual en el que el primer ministro tiene el poder de fijar las elecciones en un marco de tiempo determinado disolviendo para ello el Parlamento, y propuso que los legisladores necesitaran el apoyo de más de la mitad de los votantes de su zona para ganar las elecciones, entre otras cosas.
Resolver estos problemas y mejorar las relaciones con Rusia son algunas de las prerrogativas del nuevo Gobierno de coalición, formado por los conservadores y los liberal demócratas y encabezado por David Cameron.
El primer ministro más joven en los últimos 2 siglos
Tras 13 años consecutivos de liderazgo de los laboristas, el poder fue asumido el martes por la coalición de los conservadores y los liberal demócratas. Las elecciones del jueves pasado provocaron una incertidumbre política. El Partido Conservador de centro derecha, liderado por David Cameron, obtuvo la mayoría de escaños y votos, pero sin lograr la mayoría absoluta. Gordon Brown con el partido Laborista se convirtió en la segunda mayoría. Los liberales demócratas, a su vez, quedaron en tercer lugar. Durante cinco días tanto los laboristas como los conservadores trataron de conseguir el apoyo de los liberales demócratas para formar el nuevo Gobierno. La renuncia de Brown dejó claro que el Partido Laborista había perdido y que posiblemente los conservadores y los liberal demócratas habían llegado a algún tipo de acuerdo.
"Gracias y adiós". Eran las últimas palabras que Gordon Brown dijo al público como primer ministro. Poco después de esta emocionante despedida se dio a conocer que la reina de Inglaterra Isabel II había autorizado al líder conservador David Cameron para formar el nuevo Gobierno, convirtiéndose en el 53 primer ministro del Reino Unido. Cameron, de 43 años, es el jefe de Gobierno más joven en los últimos 200 años.
Lo primero que anunció Cameron fue la intención de formar el Gobierno de coalición, el primero en los años posteriores a la guerra. "Juntos podremos crear un Gobierno fuerte y estable que tanto necesita nuestro país", declaró antes de entrar en su residencia en Downing Street, 10.
Además, dijo que la coalición tendrá que ponerse a resolver los problemas más importantes del país: el del déficit presupuestario, los profundos problemas sociales y la reforma del sistema político.
Entre las prioridades del nuevo Gobierno, Cameron destacó la "creación de una economía que premia por el trabajo, la creación de una sociedad con la estable institución de la familia y de un sistema político en el cual confíe la gente". "Será un Gobierno basado en valores firmes: los valores de la libertad, de la justicia y de la responsabilidad. Tengo fe en que los mejores días de nuestro país estén por delante", dijo.