Ausencia entre el público, así concluyeron los analistas que Jang Song-thaek, un funcionario realmente poderoso ex 'número dos' de Corea del Norte, había caído en desgracia antes de que lo confirmaran los medios oficiales norcoreanos.
Ahora los ojos están puestos en la esposa de Jang, la tía del presidente, que faltó a la ceremonia conmemorativa de su hermano, el exlíder Kim Jung-il. Aunque la ausencia de Kim Kyong-hui, que tiene 67 años, podría no significar nada serio, está claro que esta falta no pasó inadvertida después de la ejecución de su marido, al que incriminaron traición al país y otras cosas, entre ellas promiscuidad y venta de drogas. Antes de estas especulaciones se había informado que Kim Kyong-hui, que también es una de las personas más influyentes del país, sigue en su cargo.
Mientras, los medios que cubren Corea del Norte citan sus fuentes anónimas en el país indicando que la tan sonada ejecución aumentó la tensión en la población. "Incluso los niños son más cautelosos cuando hablan con los amigos", indica el medio DailyNK citando a una fuente. "Los padres temen que lo que dicen en casa pueda salir al público y piden a los niños que estén atentos".
Hace unos días se informó que el sobrino de Kim Jong-un, Kim Han-sol, había desaparecido en Francia, donde vive y estudia. En una entrevista en 2012 Han-sol se atrevió a llamar a su tío dictador. Sin embargo, unos días después de desaparecer el joven fue visto en el campus universitario acompañado por agentes de seguridad franceses.