El presidente de la Organización, Ahmet Üzümcü, advirtió que el plan puede sufrir demoras debido a cuestiones de seguridad, a procedimientos aduaneros necesarios para cualquier tipo de transportes internacionales y a las condiciones climáticas. Al mismo tiempo, insistió en que estos factores no influirán en el resultado final: las armas químicas más peligrosas serán destruidas antes del 31 de marzo de 2014 y las armas menos peligrosas antes del 30 de junio, tal y como prevee el plan general.
Ahmet Üzümcü destacó que el régimen de Bashar al Assad es el responsable de garantizar la seguridad durante el transporte hasta que las armas estén a bordo de las naves extranjeras.
Entre tanto, Dinamarca y Noruega aportarán buques y escolta militar para trasladar los arsenales sirios fuera de las aguas territoriales del país hasta las naves estadounidenses y las instalaciones donde deberán eliminarse. El 19 de diciembre la OPAQ tiene previsto anunciar la licitación para las compañías que destruirán los componentes químicos menos peligrosos de este armamento.