Nick Boles, ministro de Planificación del Reino Unido anunció que habrá cambios en la ley para permitir que las compañías de gas acudan a la tecnología del 'fracking' sin el envío de cartas oficiales para avisar a los ciudadanos acerca de la perforación de zonas debajo de sus propios hogares. En vez de eso, según la nueva iniciativa las empresas tendrán que publicar un anuncio en un periódico local, así como en las pantallas de anuncio en las parroquias locales, según informa 'The Guardian'.
Los activistas reaccionaron de inmediato y dijeron que la noticia es un golpe para todas las comunidades que puedan verse afectadas por el 'fracking'. La gente tiene preocupaciones sobre los efectos que puede tener esta peligrosa tecnología de extracción de gas, como los temblores causados por las perforaciones, sin hablar de la contaminación del aire y el agua.
Tony Bosworth, activista de Amigos de la Tierra (Friends of the Earth), asegura que es inaceptable la decisión del Gobierno. "Las personas deben ser notificadas personalmente si las empresas quieren perforar el petróleo y el as cerca de sus hogares. Los ministros deben reforzar las normas para proteger a la población local", dijo.
Sin embargo, el Gobierno británico insiste en que sería demasiado oneroso para las empresas de gas avisar directamente sobre sus planes a cada familia dentro de un amplio radio de la supuesta zona de perforación.
En una declaración escrita, Boles detalló que eso significaría que "un número desproporcionadamente elevado de personas y empresas tendría que ser informado personalmente. (...) Esto sería innecesariamente excesivo cuando existen otras formas de notificación", reza la declaración.
A la vez, las autoridades británicas rechazaron repetidamente la cuestión de la seguridad y las preocupaciones medioambientales de la fractura hidráulica, alegando que la extracción de gas estará regulada y será desarrollada de manera responsable.
Este preocupante anuncio se produce después de un informe según el cual se encontraró gas de esquisto en dos tercios de las tierras del Reino Unido, lo que podría dar lugar a licencias de 'fracking' para las empresas, con nuevas zonas abiertas en las Midlands, Cumbria y Gales.