Es en realidad extraño y asombroso porque Bertha, la tuneladora gigante (de cinco pisos de altura aproximadamente) cuya construcción costó unos 80 millones de dólares, fue diseñada justo para que nada fuera capaz de bloquearla. Sin embargo, encontró a su rival en Seattle a una profundidad de 60 metros.
Los ciudadanos barajan varias ideas de lo que podría ser (no se puede simplemente ir a echar un vistazo porque la misma Bertha está obstaculizando la vista para comprobar qué la está bloqueando), entre las cuales figuran una roca prehistórica gigante, alguna parte de la historia reciente de Seattle (a finales del siglo XIX la ciudad se incendió e inundó posteriormente, y después se reconstruyó en la parte superior de la ciudad existente) y, naturalmente, ovnis.
Mientras, los contratistas de la construcción y el Departamento de Estado de Transporte se esfuerzan en encontrar una manera de retirar el objeto y seguir con la construcción. Por el momento están trabajando para retirar el agua del terreno. Está previsto que continuarán hasta final de año, pero creen que deberán seguir el año entrante por lo que que en estos próximos días el misterio no podrá ser resuelto.
Está planeado que el túnel que está taladrando Bertha empiece a funcionar a finales del año 2015.