Raúl Castro: Estamos dispuestos a vivir 55 años más de embargo, si no hay diálogo con EE.UU.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, señaló este sábado que su país está dispuesto a "soportar otros 55 años" de embargo por parte de EE.UU. si no logran establecer un diálogo basado en el respeto a sus diferencias.
"No reclamamos a Estados Unidos que cambie su sistema político y social, ni aceptamos negociar el nuestro. Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas", manifestó el presidente.

"Solo así. De lo contrario, estamos dispuestos a soportar otros 55 años en la misma situación", aseveró el presidente durante una intervención transmitida hoy por la televisión estatal.

Estamos dispuestos a soportar otros 55 años en la misma situación

 
Castro volvió a ofrecer al Gobierno de Barack Obama la opción de un "diálogo respetuoso" que no comprometa la soberanía de la isla y consideró que ambos países pueden establecer una "relación civilizada".

"Si en los últimos tiempos hemos sido capaces de sostener algunos intercambios sobre temas de beneficio mutuo (...), consideramos que podemos resolver otros asuntos de interés, establecer una relación civilizada entre ambos países, como desea nuestro pueblo y la amplia mayoría de los ciudadanos estadounidenses y la emigración cubana", afirmó Castro.

En un discurso pronunciado hoy ante la Asamblea Nacional para clausurar su último pleno del año, el mandatario recordó que la isla ha expresado a Washington "en múltiples ocasiones" su disposición para un "diálogo respetuoso, en igualdad, y sin comprometer la independencia, soberanía y autodeterminación" de Cuba.
 
Al referirse a las relaciones entre Washington y La Habana, cuyo diferendo político dura ya más de cinco décadas, Castro no mencionó, sin embargo, su saludo con el presidente estadounidense, Barack Obama, en los funerales del fallecido líder sudafricano Nelson Mandela.

El inédito y breve apretón de manos entre Castro y Obama en Johannesburgo despertó expectativas sobre las relaciones bilaterales, si bien ambos gobiernos le restaron importancia y lo consideraron una normal muestra de civilidad.