Caso venezolano: Es posible resistir a EE.UU.
"El año 2013 desmoronó el mito sobre la invencibilidad de EE.UU.", destaca el analista. A pesar de todo el apoyo financiero e informativo por parte de Washington, la oposición venezolana perdió las elecciones. La victoria de Nicolás Maduro supone el triunfo continuo de la ideología antiestadounidense, insiste.China vs. EE.UU.
En 2013, Pekín se consolidó como la segunda economía más grande del mundo por su PIB total, tanto por precios nominales, como por valores de paridad de poder adquisitivo, y también como mayor exportador e importador de mercancías en el mundo. Hace meses los miembros del Comité Central del Partido Comunista chino recibieron una circular que planteaba que la difusión de valores occidentales socava la sociedad. Con el crecimiento de las tensiones chino-japonesas por las islas Diaoyu (Senkaku) en disputa, el antagonismo entre Pekín y Washington también se reforzó. En la mayoría de los asuntos de la agenda internacional planteados a lo largo del año, Pekín tomó una postura opuesta a la de EE.UU., incluido el conflicto sirio.EE.UU. se creó la imagen de "expansionista"
China y Rusia en varias ocasiones bloquearon en el Consejo de Seguridad de la ONU varias resoluciones sobre el conflicto sirio impulsadas desde Washington con apoyo de sus aliados europeos. EE.UU. también falló en su intento de recibir el soporte de la OTAN para la intervención en Siria. El caso sirio posicionó a EE.UU. como el mayor Estado expansionista del mundo, insiste Bagdasaryán.EE.UU. no tiene aliados, solo intereses
Washington, que siempre se postuló como un aliado fiel de Egipto y de su gobierno legítimo, detuvo su soporte a la primavera árabe en cuanto vio divergencias geopolíticas con los Hermanos Musulmanes. Tras el derrocamiento de Morsi, un mandatario elegido en unos comicios democráticos, EE.UU. anunció la suspensión de la ayuda militar al país, aunque sigue considerando sus relaciones con El Cairo como "vitales" y se muestra dispuesto a ayudarle con su "tremenda transformación".El hecho de que EE.UU. sea también un aliado de Turquía no le frenó a la hora apoyar las protestas antigubernamentales en el país. Según el analista, todo esto hizo a los demás aliados de Washington, entre ellos Arabia Saudita, empezar a reconsiderar su postura tradicional.