Brasil y Rusia pretenden desarrollar su cooperación en ciencia y energía
Moscú se ha vestido de los colores de la bandera de Brasil por la visita del líder de este país sudamericano. Dentro de una gira oficial por cinco países que incluirá a Qatar, Irán, España y Portugal, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a Rusia acompañado por una comitiva de empresarios.
Rusia y Brasil siempre han manifestado la aspiración recíproca de ampliar sus contactos en varias esferas: política, económica y científica. El encuentro de los líderes nacionales, que siguió a su reciente reunión en el foro del grupo BRIC, evidencia el avance en las relaciones bilaterales.
El tema clave de las negociaciones que realizarán Dmitri Medvédev y Lula da Silva será el del desarrollo de la cooperación bilateral y la realización de una serie de proyectos conjuntos en la esfera científica, en el sector agropecuario y energético. La prioridad brasileña es la ayuda de Rusia en el área energética, en particular el uso pacífico de energía atómica e hidroenergética. La Federación Rusa, por su parte, está muy interesada en las tecnologías innovadoras del sector agrario, muy aplicadas en el país latinoamericano.
Se espera que los mandatarios firmen varios acuerdos intergubernamentales dedicados, entre otras cosas, a la seguridad informática. Además, discutirán sobre el impacto de la crisis financiera en la economía mundial y luego abordarán la reforma de las Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad.
El 14 de mayo los líderes participarán en el Foro Empresarial Ruso-Brasileño y discutirán temas de la energía atómica, el acceso de productos agropecuarios en los mercados de ambos países y la implementación recíproca de mecanismos de cálculo en las monedas nacionales en el comercio bilateral. El intercambio comercial entre los dos países es de unos 10.000 millones de dólares. Sin embargo, algunos expertos afirman que la suma se duplicará o hasta se triplicará en los próximos años.
Además, existe una misión especial: Brasil ha propuesto al Gobierno ruso iniciar la construcción de aviones brasileños utilizando plantas especializadas que se conservan dispersas por todo el territorio ruso y 'vegetan' prácticamente sin encargos. Al mismo tiempo, la aeronáutica brasileña (especialmente el modelo ЕМВ-145), se ha hecho muy popular en los últimos años. Lula da Silva y su Gobierno esperan que durante los próximos encuentros se esclarezca la postura de Rusia al respecto.
El viaje concluirá el 14 de mayo con la presentación de una declaración conjunta dedicada al 65 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Coincidir en los asuntos de importancia estratégica hace que Rusia y Brasil vayan consiguiendo una cooperación cada vez más próspera. Los frecuentes encuentros de sus líderes demuestran que aún quedan muchas posibilidades por desarrollar en las relaciones ruso-brasileñas.