75 misiles de precisión Hellfire han sido entregados 'sigilosamente' a Irak a mediados de diciembre. Además, los acuerdos entre ambos países de noviembre contemplan la entrega a Irak de diez drones de reconocimiento ScanEagle, informa el diario 'The New York Times'.
Según el diario, los envíos de armas son el resultado de una petición de ayuda en la lucha contra la agrupación extremista Al Qaeda formulada por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien se reunió con el presidente Barack Obama en Washington el mes pasado.
Sin embargo, algunos expertos militares ponen en tela de juicio que esta respuesta sea suficiente para revertir la fuerte caída de la seguridad que ha causado la muerte de más de 8.000 iraquíes solo este año, 952 de ellos miembros de las fuerzas de seguridad locales. Según las Naciones Unidas, este es nivel más alto de violencia desde 2008.
La célula regional de Al Qaeda Estado Islámico en Irak y Siria se ha convertido en una potente fuerza en Irak septentrional y occidental. Moviéndose en convoyes armados, esta agrupación tiene intimidados a ciudades y pueblos enteros asesinando a funcionarios locales y recurriendo a ataques de terroristas suicidas.
Por ejemplo, la semana pasada terroristas con explosivos ocultos mataron al comandante de la Séptima División del Ejército iraquí y a más de una docena de sus oficiales y soldados en un operativo contra un campamento de entrenamiento de Al Qaeda cerca de la localidad de Rutba.
El Gobierno de EE.UU. también está considerando la posibilidad de vender a Irak helicópteros de ataque Apache. Sin embargo, esta propuesta aún no ha sido aprobada por el Senado debido a las preocupaciones de algunos legisladores de que las autoridades iraquíes utilicen este mategrial bélico contra sus adversarios políticos.
Entretanto, Bagdad ha encargado helicópteros de ataque rusos Mi-35, cuyo suministro comenzó en noviembre.
Las tropas estadounidenses abandonaron Irak a finales de 2011. Después de ello, las autoridades locales no han sido capaces de hacer frente a los militantes y resolver los conflictos internos entre las comunidades suní y chií. A diferencia de Afganistán o Pakistán, el Ejército estadounidenses no lleva a cabo operaciones en Irak con la ayuda de drones asesinos y se limita a ofrecer a las autoridades locales datos de inteligencia.