Jonathan Mayer y Patrick Mutchler descubrieron que la agencia no necesita más información para identificar a una persona.
Si unos pocos investigadores académicos pueden llegar tan lejos tan rápido, es poco probable que la NSA tenga problemas para identificar a la inmensa mayoría de los números de teléfono estadounidenses
Entre los dos desarrollaron un programa llamado MetaPhone e invitaron a voluntarios a suscribirse para compartir sus metadatos.
Los investigadores supusieron que sería sencillo identificar a los usuarios a partir de sus metadatos y no se equivocaron, ya que tardaron pocas horas en conseguir su objetivo.
"Muestreamos aleatoriamente 5.000 números en nuestra base de datos MetaPhone y los rebuscamos en las redes Yelp, Google Places y Facebook".
Con poco esfuerzo y tan solo esas tres fuentes – todas gratuitas y públicas– detectamos 1.356 [el 27,1%] números", escribieron los investigadores.
En un experimento distinto, se recogieron 100 números al azar. Cada uno se insertó en el buscador Google. Al cabo de menos de una hora, Mayer y Mutchler ya pudieron asociar a un individuo o una empresa con el 60% de los números.
Apoyándose además en las tres fuentes previas y en Intelius, un barato servicio de búsqueda de personas, los investigadores lograron aumentar la proporción al 91%.
"Si unos pocos investigadores académicos pueden llegar tan lejos tan rápido, es poco probable que la NSA tenga problemas para identificar a la inmensa mayoría de los números de teléfono estadounidenses", concluyeron los científicos.