El traslado de esa base ha sido un punto de fricción entre Tokio y Washington durante casi dos décadas.
Según la agencia AFP, las autoridades locales firmaron un plan para preparar el terreno para la construcción de una nueva base militar estadounidense en un vertedero de la costa, todavía dentro de la prefectura de Okinawa.
La medida marca un gran avance en un proyecto que se vio estancado después de la firma del acuerdo en 1996 entre Japón y EE.UU. para el cierre de la base aérea de Futenma.
En 2006, Washington reafirmó su disposición a reubicar su base estratégica, pero el proceso se vio obstaculizado por la oposición por parte de Okinawa, que se mostraba en desacuerdo con su participación desmesurada en la presencia militar estadounidense en Japón.
Después de la llegada al poder del Partido Democrático de Japón en 2009, las autoridades de ambos países hicieron varios intentos para retomar la cuestión de la reubicación de la base fuera de Okinawa, tal y como reclamaba la población local.
Aunque durante años el gobernador de Okinawa se mostró en contra del traslado de la base dentro de su prefectura, después de la reunión del pasado miércoles con Abe cambió de opinión.
El gobernador de Okinawa, Hirokazu Nakaima, se reunió esta semana con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien prometió grandes inversiones anuales en la economía de la prefectura hasta 2021.
A principios de 2012, Japón y EE.UU. acordaron la retirada de 9.000 soldados estadounidenses de la isla, de manera que el número de tropas estadounidenses en el país se redujo a 38.000 efectivos.
Los vecinos de la prefectura japonesa se oponen a la presencia de bases militares de EE.UU. en la isla, y también se muestran en contra del despliegue en su territorio de las aeronaves militares estadounidenses convertiplanos Osprey MV-22.