Según el informe sobre exportaciones de material de defensa y doble uso de la Secretaria de Estado de Comercio español, citado por el diario 'El País', en los primeros seis meses del año en curso España ha facturado 1.821,4 millones de euros (unos 2.513 millones de dólares), un 194% más que el mismo periodo del 2012.
Este espectacular incremento se explica sobre todo por el aumento de la venta a los países del Golfo. Emiratos Árabes Unidos se ha convertido en el segundo mejor cliente de la industria militar española (solo por detrás de Reino Unido), con 426,7 millones de euros, por la compra de aviones de reabastecimiento en vuelo.
Le sigue Arabia Saudita con 376,4 millones de euros, que además de dos aviones cisterna y repuestos para aeronaves de transporte, compró munición de artillería. Aunque con un volumen muy inferior, otras dos monarquías de esa región figuran en la lista: Baréin, que compró armas y municiones de artillería por 7 millones de euros y Omán, que adquirió armamento, munición y bombas por casi 4 millones de euros.
Durante el primer semestre del 2013, antes del golpe de Estado que derrocó al presidente egipcio Mohamed Morsi, España exportó material de defensa a Egipto por 1,8 millones de euros, mayoritariamente vehículos militares, pero también componentes de aeronaves y armas de menos de 20 milímetros.
También se concedieron 35 licencias de exportación por más de 15 millones a El Cairo. "Para comprobar cuántas fueron revocadas tras la sangrienta represión ordenada por la Junta Militar habrá que esperar a conocer las estadísticas del segundo semestre", destaca el periódico.
Aunque aún modestas, es cuantitativamente importante el aumento de las ventas a Israel, que se multiplican por cinco, hasta superar 1,4 millones.
Según el informe oficial, en cuanto a la venta de materia policial uno de los mayores clientes de España fue Túnez, y un mes antes del golpe, se regaló a Egipto una muestra de cartuchos lacrimógenos y material antidisturbios.