Aunque todavía le queda algo de tiempo al año 2013, ya se le ha considerado como uno de los más suaves en cuanto a desastres naturales devastadores en EE.UU.
Así, el número de incendios forestales que estallaron en el país norteamericano fue el más bajo de los últimos 10 años. Hasta el 16 de octubre se registraron 40.306 incendios, que redujeron a cenizas más de 4.100.000 de hectáreas. Ese total –incluyendo los ruinosos incendios en la región de Colorado Springs, que desplazaron a miles de personas en junio– es menor en comparación con las 5.250.000 de hectáreas quemadas en 2008.
Al mismo tiempo, sólo dos huracanes pasaron este año por la cuenca del Atlántico y ambos –tanto Humberto, como Ingrid– fueron tormentas de categoría I y se dispersaron rápidamente. Como punto de comparación, en 1954 América del Norte fue golpeada por tres huracanes en menos de 10 semanas.
No obstante, los científicos no son tan optimistas y dicen que el buen tiempo que ha hecho en EE.UU. a lo largo del año es una anomalía y no es un indicio de lo que se espera. Así, el mes de noviembre fue el mes más caluroso en toda la Tierra desde 1891 –cuando comenzaron los registros nacionales– según el Centro Nacional de Datos Climáticos.
EE.UU. ha estado 0,3 grados por debajo de su promedio mensual en noviembre, pero la mayoría de las áreas terrestres del mundo han experimentado temperaturas mensuales más cálidas de lo normal, incluyendo gran parte de Eurasia, África costera, América Central y el centro de América del Sur. "Gran parte del sur de Rusia, al noroeste de Kazajistán, sur de la India y el sur de Madagascar batieron el récord de calor", informó el Centro.
Los expertos dicen que en el último siglo los niveles del mar a lo largo de la costa estadounidense han aumentado en casi ocho centímetros, lo que evidencia que el calentamiento global sí sigue en marcha. Por otro lado, varios estudios ya han mostrado que la fuerza devastadora de los huracanes se debe en mayor parte al cambio climático: especialmente, a que la temperatura del agua en el mar es más alta de lo normal.
"Sólo va a empeorar", explica Benjamin Horton, profesor en el Instituto de Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad de Rutgers. "La tasa de aumento del nivel del mar podría más que triplicarse en el próximo siglo". Así que el año tranquilo de 2013 es la excepción que confirma la regla: los desastres naturales que amenazan a la humanidad seguirán sacudiendo el planeta, porque las actividades antiambientales del ser humano no paran de crecer simultáneamente con el ritmo del calentamiento global. Y, según parece, ninguno de los dos quiere parar.